lunes, 26 de octubre de 2009

Golpeando al hamster

Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar en una actividad que en este momento puedo ecir que fué buena pero en ese proceso escribí un fragmento de todo esto. Aun pienso que es cierto pero así es esta cruel jaula en la que el hamster tiene que aprender a vivir.

Aquí vamos, ante una atmosfera hostíl entendí que el mundo no es como creía o siquiera como lo esperaba. Pase lo que pase las cosas no serán prometedoras. Descubrí que para salir de ese pequeño orificio tienes que aplastar a la competencia, la ley del mas fuerte manda. No es digno de un guerrero sentir que la derrota lo alcanza. En todo momento hay que luchar aunque las condiciones sean adversas y ante todo salir con la cabeza en alto aunque el resultado no sea favorable.

En la madriguera tienes que aguantar las mordidas y los golpes de los demás, eso te hace fuerte y aunque no quieras que eso continúe tendras que avanzar pase lo que pase.

Debo vivir como si no hubiese un mañana, mi futuro lo consruyo hoy.

Destino

A cada instante las oportunidades aparecen. Cuando menos lo esperas encuentras una persona te sorprende, llega a tu lado, por arte de magia cambia tu universo y crea un movimiento de tiempo y espacio que proporciona seguridad y calidez a tu ser.

Esto nos ofrece la perspectiva de volver a evaluar las posibilidades que tenemos como individuos en una sociedad y los valores que llevamos implicitos individualmente, cada acto nos deja una puerta para concebir dimensiones distintas en este universo.

Cada acto determina una forma diferente e vivir y subsistir ante aquella existencia, la dureza que puede llevarse en esta vida no se cuantifica por el numero de actos realizados, sino por el aprendizaje real que puedas obtener ante cada acto.

Nadie tiene el destino asegurado, aquí nada está escrito pero siempre tienes la posibilidad de guiarte hacia nuevos horizontes. Las personas nos ofrecen la capacidad de encontrar cualquier cosa. solo hay que saber distinguirlo.